La intensidad del entrenamiento debe adaptarse a las necesidades y posibilidades de cada persona. Tienes que saber que cuando te entrenas con demasiada intensidad, puedes incurrir en lo que se llama “sobreentrenamiento”. Esto es una disminución en el rendimiento de las funciones del cuerpo que puede extenderse durante semanas e incluso meses, según los estudios que se han realizado.
En algunos casos, atletas olímpicos, justo antes de participar en los Juegos Olímpicos, han caído en el síndrome del sobreentrenamiento y han sufrido situaciones como cansancio y fatiga que normalmente no tendrían, lo que les ha evitado participar incluso en la competición, después de años de preparación.
Si le pides demasiado a tu cuerpo, este esfuerzo físico (y psicológico) puede llevarte a una disminución de tus defensas inmunitarias y a una disminución incluso de tu rendimiento cuando realizas ejercicio físico.
Todo lo que comento habitualmente sobre nutrición, hidratación, suplementos vitamínicos, etc. puede venirse al traste si te sobreentrenas. Como en todo, tu médico y tu especialista en ejercicio físico te dirán cuál es el límite que no debes pasar. El entrenamiento y el ejercicio físico debe ser totalmente individualizado y adaptado a la edad, estructura física y tonalidad muscular de cada persona.
No puedo dar normas generales ya que depende del estado de cada persona, teniendo en cuenta factores como la edad y como la propia naturaleza de la persona en un momento determinado. Solo te digo que tengas mucho cuidado de no sobreentrenarte. Entrenarse es bueno, sobreentrenarte es malo.
El peligro del sobreentrenamiento
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